miércoles, 2 de diciembre de 2015

La Bestia - Ernesto Simón


A los 55 años, Augusto descubrió que la Bestia no era el Demonio. Tampoco el ángel Lucifer, el Diablo o el Innombrable. Sinónimos de la culpa y el mal fabricados a pura sangre humana, nada de lo que había aprendido de niño le sirvió para enfrentar a la verdadera Bestia que poco a poco se lo fue comiendo. Todo venía bien hasta cierta edad. Una vez en la calle, se las tuvo que ver con los colmillos fieros del trabajo en negro, la envidia ajena, las habladurías de pueblo y las ganas que suelen tener algunos de joder a otros. Así, Augusto vio caer un mito que ha viajado por el tiempo y también fue testigo de cómo su integridad se vino abajo hasta tocar el suelo, ese lugar cómplice del que casi nunca levanta la mirada.

Acerca del autor:
Ernesto Simón

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